ANAHEIM – A veces la diferencia entre un ano y el siguiente es simplemente
abismal.
Desde la cantidad de fanaticos dentro del Honda Center, hasta el ritmo del
equipo de Luke Walton y el lenguaje corporal de Brandon Ingram, practicamente
todo ha cambiado.
La llegada de Lonzo Ball revoluciono a la franquicia adentro y afuera de la
cancha. El equipo jugo gran parte de la noche a un ritmo frenetico, subiendo la
bola tras aciertos y fallos rivales, buscando poner presion constante sobre un
equipo que promete dar que hablar esta temporada.
Los resultados no aparecieron, pero por primera vez en un buen tiempo, el boceto
empieza a ser descifrable.
Durante la primera mitad, los cinco jugadores en cancha se movieron de forma
constante, siempre buscando la esquina abierta o el hueco sin marca detras del
canasto. Siempre aparecio una cortina generosa para el portador del balon, y la
danza del lado debil estuvo bien coordinada para ofrecer opciones de pase.
En pocas palabras, la maquina funciono, al menos hasta que la fatiga, segun las
palabras de Luke Walton, le quito piernas y oxigeno al equipo, volviendolo mas
lento y predecible que en los primeros minutos.
“Cuando hicimos las cosas de la manera que queriamos, fue muy divertido de ver”,
dijo Walton. “Tenemos que estar en mejor forma para la manera que queremos
jugar. La fatiga fue un gran factor cuando tuvimos errores, ya sea en transicion
defensiva, o cuando no rotamos en el lado debil…algunos de los grupos lo
hicieron realmente bien, y cuando lo hicimos conseguimos frenarlos. Cuando nos
cansamos dejamos de mover la bola y empezamos a conformarnos con triples, y esa
no es la manera que queremos jugar este ano”.
Las actuaciones individuales – y mucho de lo colectivo – valen ser mencionadas
pero siempre con cautela. El equipo cometio 28 faltas (traducidas en 35 tiros
libres), perdio 16 balones. Por contrapartida, se disparo un 44.1 por ciento de
cancha que fue superior al de los Timberwolves, se repartieron 27 asistencias y
se anotaron 52 puntos en la pintura.
La diferencia quizas estuvo en los triples, una faceta que fue aliada en Las
Vegas y enemiga en Anaheim: apenas cinco de los 30 intentos encontraron la red,
malogrando valiosas oportunidades producidas por el buen movimiento del esferico
a lo largo de la noche.
En el nombre por nombre se destaco Kyle Kuzma, goleador del equipo con 19 puntos
gracias a un lujoso y profundo arsenal ofensivo desde la banca. El ala-pivot
disparo 9/12 de cancha, un reflejo de su eficiencia en 26 minutos en cancha.
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“Kuzma fue Kuzma de nuevo”, dijo Walton. “Es un competidor y encuentra la forma.
Se perdio bastante. Lo pusimos de “3” y de “4”, y son coberturas completamente
distintas, y ha estado en la NBA solo una semana, realmente. Fue impresionante
verlo ir, la manera que pelea…al igual que con el equipo hubo muchos
positivos”.
Ball marco el camino con ocho asistencias y siete rebotes en 36 minutos,
alternando buenas y malas en defensa y mostrandose un tanto timido con el tiro y
su ofensiva personal en general (cinco puntos). Walton lo senalo, y el jugador
coincidio con el entrenador.
“Tiene razon”, aviso. “Viendo el video, se las jugadas que hice, y tuve un
monton de tiros que no tome…llegara con el tiempo. Es mi primera vez jugando
contra alguien mas. Me enorgullezco de asistir primero a mis companeros, pero
cuando el tiro este abierto tengo que tomarlo”.
Ingram, por su parte, tuvo un buen comienzo pero se fue desdibujando con el
correr de los minutos. Su tiro, al menos desde la mecanica, lucio solido, aunque
Walton menciono que por momentos lo apuro. El alero agrego que no debe
enamorarse tanto del disparo exterior, y que la tarea es cambiar alguno de esos
intentos por penetraciones.
“Soy mi mayor critico”, reconocio. “Meti algunos tiros…creo que tire mas
triples de lo que me gustaria. Siendo tan alto, siento que estoy abierto muchas
veces, pero puedo volver y verlo como puedo ser mejor dentro de la cancha”.
El tema en comun fue la necesidad de seguir trabajando. Walton, como dijo varias
veces en la semana, cuenta ahora con 48 minutos de video para empezar a limar
asperezas. Los jugadores, como menciono Ingram, pudieron sacarse las ganas de
jugar baloncesto ante un oponente ajeno, por lo que ahora llega el momento de
empezar a afinar. El lunes, en STAPLES Center, se los volvera a poner a prueba.
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Player: Lonzo Ball
Player: Brandon Ingram
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Kyle Kuzma, Luke Walton, Los Angeles Lakers, Minnesota Timberwolves
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